Todo lo que es necesario para saber vivir, qué hacer y cómo ser lo aprendí en infantil. La sabiduría no estaba al final de mi carrera universitaria, sino en el pequeño mundo del jardín de infancia.
Esto es lo que aprendí: comparte, juega limpio, no pegues a los demás. Pon las cosas donde las encontraste. Limpia lo que ensucies. No tomes sin permiso lo que no te pertenece.
Pide disculpas cuando hieras a alguien, lávate las manos antes de comer, come galletas con leche templada, que es bueno para ti.
Vive en equilibrio: aprende, piensa, juega,dibuja, pinta, canta, baila,
trabaja cada día un poco y duerme la siesta por las tardes.
Cuando salgas al mundo, presta atención al peligro de la calle, toma a alguien de las manos y mantente unido a él.
Fíjate en las cosas pequeñas y maravillosas de la vida, como la semilla del semillero, donde las raíces siempre van hacia abajo y la planta hacia arriba. Nadie sabe por qué, pero a todos nos fascina.
¡Qué hermoso sería si el mundo entero tomara leche con galletas a las tres de la tarde y se echara una siesta!
O si los gobiernos de las naciones fuesen a devolver las cosas al lugar donde las tomaron prestadas, y limpiar lo que hubiésemos ensuciado...
Y sepamos que no importa qué edad tengamos, cuando salgamos al mundo, podemos mantenernos unidos de las manos.
¡Qué hermoso sería el mundo si todos siguiéramos comportándonos como en infantil!
Robert Fulghum.
Leer la historia, pero antes:
Frotaos las manos cuidadosamente y con entusiasmo.
Cerrad y abrid los ojos tres veces seguidas.
Coged un puñado de agua y limpiaos la cara.
Estirad lentamente los brazos.
Comentario de texto
1-Resume en dos o tres líneas el tema de esta historia.
2-¿Qué personajes hay?
3-Elige tu frase favorita y escríbela.
4-Pon tu opinión sobre estos pensamientos. ¿En qué estás de acuerdo? ¿En qué no?
miércoles, 19 de noviembre de 2008
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