jueves, 7 de mayo de 2020


COMENTARIO DE TEXTOMiguel de Unamuno: la vida de un hombre rebelde




... Augusto abrió el paraguas por fin y se quedó un momento pensando: «y ahora, ¿hacia dónde voy?, ¿tiro a la derecha o a la izquierda?» Porque Augusto no era un caminante, sino un paseante de la vida. «Esperaré a que pase un perro ––se dijo–– y tomaré la dirección inicial que él tome.»

En esto pasó por la calle no un perro, sino una garrida moza, y tras de sus ojos se fue, como imantado y sin darse de ello cuenta, Augusto.

Y así una calle y otra y otra.

«Pero aquel chiquillo ––iba diciéndose Augusto, que más bien que pensaba hablaba consigo mismo––,

¿qué hará allí, tirado de bruces en el suelo? ¡Contemplar a alguna hormiga, de seguro! ¡La hormiga, ¡bah!, uno de los animales más hipócritas! Apenas hace sino pasearse y hacernos creer que trabaja. Es como ese gandul que va ahí, a paso de carga, codeando a todos aquellos con quienes se cruza, y no me cabe duda de que no tiene nada que hacer. ¡Qué ha de tener que hacer, hombre, qué ha de tener que hacer! Es un vago, un vago como... ¡No, yo no soy un vago! Mi imaginación no descansa. Los vagos son ellos, los que dicen que trabajan y no hacen sino aturdirse y ahogar el pensamiento.

Y se detuvo a la puerta de una casa donde había entrado la garrida moza que le llevara imantado tras de sus ojos. Y entonces se dio cuenta Augusto de que la había venido siguiendo. La portera de la casa le miraba con ojillos maliciosos, y aquella mirada le sugirió a Augusto lo que entonces debía hacer. «Esta portera espera ––se dijo–– que le pregunte por el nombre y circunstancias de esta señorita a que he venido siguiendo y, ciertamente, esto es lo que procede ahora.

––Dígame, buena mujer ––interpeló a la portera sin sacar el índice y el pulgar del bolsillo––, ¿podría decirme aquí, en confianza , el nombre de esta señorita que acaba de entrar?

––Eso no es ningún secreto ni nada malo, caballero.

––Por lo mismo.

––Pues se llama doña Eugenia Domingo del Arco.

––¿Domingo? Será Dominga...

––No, señor, Domingo; Domingo es su primer apellido.

––Pues cuando se trata de mujeres, ese apellido debía cambiarse en Dominga. Y si no, ¿dónde está la concordancia?

––No la conozco, señor.

––Y dígame... dígame... ––sin sacar los dedos del bolsillo––, ¿cómo es que sale así sola? ¿Es soltera o casada? ¿Tiene padres?

––Es soltera y huérfana. Vive con unos tíos...

––¿Paternos o maternos?

––Sólo sé que son tíos.

––Basta y aun sobra.

––Se dedica a dar lecciones de piano.


NIEBLA. Miguel de Unamuno.

Actividades.
1-Hacer la estructura (Planteamiento, nudo y desenlace) o las partes que tenga y decir las que no tiene.
2-Analizar los personajes.
3- Lugar o lugares donde se desarrollan las acciones.
4- Diferencia entre caminante y paseante de la vida.
5- Vocabulario. Escoge cinco palabras y escribe su significado.
6- Escribe cinco datos sobre Miguel de Unamuno.

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