Un día estábamos paseando mi hija y yo, y llovía. En las calles había bastantes charcos. De repente un coche nos miró, aceleró y nos mojó con el agua de un charco.
-¡Que la vida te llene de bendiciones!- le grité yo.
-¿Por qué dices eso, mamá, si nos ha empapado?
-¿Tú crees que si ese hombre fuera feliz iría por ahí haciendo daño?
Pensemos...
¿Creéis que muchos actos de maldad son producto de la infelicidad? ¿Por qué sí? ¿Por qué no? Espero vuestras respuestas...
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